martes, 26 de febrero de 2013

JOHN FITZGERALD KENNEDY: Actividad politica



Pocas son las figuras en la historia del siglo XX que gocen de la popularidad que adquirió y continúa adquiriendo el 35º presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy. Tal vez solo compitan en su reconocimiento popular figuras de la talla de Mahatma Chandi o la Madre Teresa de Calcuta. Pero a la hora de profundizar en el conocimiento acerca de esta figura, se puede apreciar que no son tantos los que tienen una idea acabada del motivo por el cual se le ha colocado en esta posición.

Entonces surge la pregunta: ¿Quién fue John F. Kennedy? ¿Qué aportes significativos realizó a la humanidad al punto de ser considerado una de las figuras más importantes de su siglo? Para intentar contestar estas interrogantes, veamos una breve reseña de su vida y su actividad.

John Kennedy nación en Brookline, en el estado de Massachussets, el 29 de mayo de 1917. Hijo de un prominente hombre de negocios, Joseph P. Kennedy, y de Rose Fitzgerald, quien era hija de una destacada figura política de la ciudad de Boston, John Fitzgerad, el que fuera alcalde de la ciudad y también senador. Con este matrimonio y la vinculación a la campaña del presidente Roosevelt el futuro ingreso a la política de la familia Kennedy estaba asegurado. John fue el segundo hijo de este matrimonio, el que en total tuvo nueve hijos.
En junio de 1935, se graduó en Choate. Como dato curioso, en el anuario del colegio, donde se suele catalogar a los graduados con un superlativo que en ocasiones tiene un toque humorístico, escribieron sobre John F. Kennedy “el que más probabilidades tiene de llegar a presidente”. En 1936 se matricula en Harvard y en 1940 obtiene su título en Ciencias Políticas con honores. Su tesis, publicada en julio de 1940 y que resultó un éxito de ventas, se llamó “Por que se durmió Inglaterra”, donde hace un análisis de los acuerdos de Munich realizados entre Alemania y Gran Bretaña.

Cuando en 1941 intentó ingresar como voluntario en el ejército de los Estados Unidos, fue rechazado por sus problemas de columna. No obstante, fue aceptado en la armada unos meses después y destinado a comandar una lancha torpedera. Convertido en héroe de guerra tras ayudar a sus compañeros a ganar la costa tras el hundimiento de su nave por un destructor japonés, hecho que le valió la Medalla de la Marina. Condecorado en tres ocasiones más con el Corazón Púrpura, la Medalla de la Campaña del Pacífico y la Medalla de la Victoria de la Segunda Guerra Mundial, fue dado de baja con honores a comienzos del año 1945. Sin embargo, nunca se sintió un héroe y comentó en varias oportunidades no sentirse merecedor de las medallas que se le habían entregado.

En 1946 se postula a la Cámara de Representantes, obteniendo una amplia victoria en un distrito predominantemente Demócrata, cargo en el que es reelecto en dos oportunidades. En las elecciones de 1952 fue electo Senador.


Al año siguiente, se casó con Jacqueline Lee Bouvier. 

El papel de esta mujer es relevante, ya que a su imagen de hombre pujante y culto le agregó la imagen de hombre de familia. Tras se reelecto como senador en 1958, la convención del Partido Demócrata lo elige como candidato a la presidencia. La campaña electoral se hace particularmente dura. A su frente se encuentra nada menos que el entonces Senador Richard Nixon del Partido Republicano. Los inconvenientes que tenía la candidatura de John F. Kennedy, eran su edad y su religión, ya que en ese entonces tenía tan solo 42 años, y sería en caso de ser electo, el primer presidente católico de los Estados Unidos, país donde la amplia mayoría de la población era protestante. De hecho, debió reiterar algunas veces en la campaña que su religión no afectaría su mandato en caso de ser electo. Finalmente, el 8 de noviembre de 1960, Kennedy obtuvo una muy ajustada victoria, con apenas 130.000 votos de ventaja.

El 20 de enero de 1961, asume como el 35º presidente de los Estados Unidos. Tanto en la política nacional como internacional, su mandato se enfrentó a una serie de desafíos muy serios.
En política internacional, tal vez se halla enfrentado a la situación más crítica de la historia de la humanidad, al estar, de acuerdo a reportes de cronistas, al límite de la guerra nuclear. Tal era la tensión en la relación entre los Estados Unidos y la URSS. Sin embargo, ambos líderes trataron muchos de los temas en forma personal, e iniciaron una política de distensión que muchas veces se vio entorpecida por presiones belicistas internas en ambas potencias.
La administración saliente, presidida por Eisenhower, había preparado un plan para el derrocamiento del régimen de Fidel Castro en Cuba. El mismo consistía en una invasión de 1500 exiliados cubanos preparados por la CÍA en Centroamérica, que debería buscar el apoyo de la población cubana para iniciar una revuelta. Kennedy ordenó la invasión en abril de 1961, tan solo cuatro meses después de su asunción, pero impidió que fuera llevada a cabo con apoyo aéreo norteamericano. Los milicianos cubanos desembarcaron en la bahía de Cochinos, pero la efectividad del ejército cubano y la falta de apoyo de los Estados Unidos, llevó a que la invasión fracasara rotundamente.

En 1962 aviones espía norteamericanos fotografiaron la construcción de bases de misiles de mediano alcance en la isla de Cuba. El hecho de que estas instalaciones significaban que, en caso de un ataque nuclear, los Estados Unidos casi no tendrían tiempo para una respuesta defensiva ni ofensiva, dada la cercanía de la isla. Muchos militares norteamericanos y algunos de sus consejeros, solicitaron al presidente el bombardeo de las instalaciones. Kennedy sabía que esta acción aproximaría al mundo al borde de una guerra nuclear, pero debía tomar alguna acción que impidiera la instalación de las bases de misiles, ya que significaría una gran debilidad estratégica y, además, daría una imagen de debilidad creciente, teniendo en cuenta el fracaso de bahía de Cochinos y los constantes avances soviéticos en todo el mundo. Es entonces que decide instalar una especie de cuarentena naval a la isla, haciendo que la Armada norteamericana inspeccionara todos los buques que ingresaban a la isla. La tensión aumentó, pero conversaciones directas de Kennedy con Kruschev, lograron un acuerdo que incluía el desmantelamiento de las bases de misiles a cambio del levantamiento del bloqueo naval y de la palabra del presidente norteamericano de que la isla no sería invadida. Tras esta acción, la imagen de Kennedy se vio fortalecida, tanto ante el electorado norteamericano como frente a los gobiernos occidentales. Además, inició una serie de conversaciones entre ambas potencias con la finalidad de evitar la expansión de la instalación de armas nucleares, que finalizaron con un tratado firmado en 1963 de prohibición de pruebas nucleares, salvo las subterráneas.
El sudeste asiático también fue un foco de problemas para su administración. Hay documentos y testimonios que indican que Kennedy pretendía, como parte del proceso de distensión de tensiones llevado a cabo con Kruschev, retirar las tropas norteamericanas de Vietnam. Kennedy intentaba llevar a cabo políticas menos agresivas en la Guerra Fría, lo que produjo el disgusto de sectores militares, la CIA, y hasta su propio vicepresidente, Lyndon B. Johnson. De hecho, poco antes de su asesinato, Kennedy firmó la orden de retiro de 1000 efectivos de Vietnam, como inicio del proceso mencionado.

En política interna, pocos de sus proyectos fueron aprobados por el parlamento. Algunos de ellos fueron aprobados con posterioridad a su muerte, en 1964 y 1965, como una ley que


incluía una rebaja de impuestos y la entrega de fondos para planes educativos y de salud.

También en materia interna, Kennedy se enfrentó a problemas de difícil solución. El más turbulento fue, sin dudas, la discriminación racial en algunos estados con la complacencia de los gobiernos estatales. El parlamento estaba dominado por una mayoría demócrata de los estados del sur, lo que le impidió la aprobación de leyes de derechos civiles, lo que le produjo un distanciamiento de los movimientos de derechos civiles. Sin embargo, dio ordenes de intervención de fuerzas federales en aquellos estados en que las violaciones a los derechos fueron más flagrantemente violados.
El 22 de noviembre de 1963, en una visita política a Dallas, en el estado de Texas, Kennedy fue asesinado de tres disparos mientras era trasladado en un automóvil descapotable por las calles de la ciudad. La versión oficial del magnicidio, indica que Lee Harvey Oswald, un desequilibrado veterano de guerra, habría asesinado al presidente actuando solo. Lyndon Johnson, una vez que asumió la presidencia, instaló la comisión Warren tendiente al esclarecimiento de los hechos. La mencionada comisión concluyó que Oswald actuó solo, aunque este dictamen es cuestionado a nivel académico y popular. Lee Harvey Oswald también fue asesinado poco después, y su asesino, Jack Ruby, también murió en circunstancias poco claras. Es llamativo, que el presidente Johnson, poco después de asumir la presidencia, autorice el envío de más tropas norteamericanas a Vietnam, hecho al que se oponía Kennedy, llevando a los Estados Unidos al mayor desastre de su historia en materia internacional.
Pero en definitiva: ¿qué hizo John Fitzgerald Kennedy para convertirse en una de las figuras más destacadas de la historia moderna? Sus logros en materia interna fueron mínimos, y en materia internacional, alternó éxitos y fracasos.

Es posible que su relevancia sea el resultado de la confluencia de varios factores. La necesidad de una alternativa a las tensiones originadas por la Guerra Fría, su espíritu pacifista, carisma, su figura de hombre de familia y emprendedor con gran fuerza de carácter, la espectacular intervención en la crisis de los misiles en Cuba, y tal vez, por qué no, su martirio en Dallas que truncó las esperanzas de muchos, hayan contribuido a elaborar uno de los mayores mitos del siglo XX



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